`Sin Fronteras´ ha conseguido que mujeres de diferentes culturas creen un grupo de amistad en el que compartir
El proyecto ´Sin Fronteras´ se desarrolla en la fundación desde hace dos años. Primero fue un proyecto de la Unión Europea que se llamaba FÁTIMA y luego pasó a pertenecer a la Comunidad de Madrid con la denominación actual. “Lo más gratificante es ver como culturas tan distintas entre ellas (como la china y la musulmana) se intercambian conocimientos de sus países, costumbres, cocina, ideas, etcétera. No sólo se trata de aprender un idioma, sino que abren su círculo de amistades para verse fuera de las clases. Algunas claramente vienen a pasar el día entretenidas en un entorno cómodo”, asegura Almudena González, profesora del proyecto.
´Sin Fronteras´ también tiene como objetivo formar a las beneficiarias que acuden a nuestras sedes. Por ejemplo, las clases de español son la base de todo y se adaptan a las diferentes necesidades de las mujeres. La mayoría son principiantes y, en la comunidad musulmana, necesitan además alfabetización (puesto que hablan español casi perfecto, pero no saben leer ni escribir. Además, se imparten clases de informática, desde los conocimientos básicos de un ordenador (Word, Excel, Powerpoint…), hasta un curso de “Cómo ser autónomo”, diseño web, blogs, o formación en youtubers para aprender a “venderse” en las capacidades en las que destaquen. Todo lo cual finaliza con un bloque específico de Búsqueda de Empleo.
Durante todo el periplo se consigue crea run ambiente enriquecedor de mezclas, tal y como confirma Almudena, quien señala que “la comunidad china es muy trabajadora y estudiosa. La comunidad musulmana es muy serena. Destacaría sus ganas de agradar, de involucrarse, de conocer y de socializar entre ellas. Son muy curiosas y quieren saber de las demás. Veo que se lo pasan muy bien. Se ríen mucho”.
Es significativo que, con el cambio de vida que ha supuesto el Covid-19, han acudido más estudiantes y, a partir de septiembre, la comunidad china (que llevaba confinadas desde el principio de la pandemia) se ha incorporado de forma masiva. También hay muchas mujeres de Bangladesh (India), que van pasando la voz en su comunidad y cada vez son más numerosas. Y las marroquíes que viven en el barrio. En cuanto a las estudiantes, vienen por el boca a boca o por tener una amiga en clase.
Por otro lado, Almudena lanza algunas ideas que añadiría a las formaciones que se vienen realizando hasta ahora, por gustos manifestados por sus alumnas, sobre todo. “La mayoría necesita hablar. Así que incluiría un taller de teatro. Según los niveles me gustaría poder dar a cada una un papel y que pudiéramos representar una obra sencilla, exponerla en colegios (empezando por el Colegio Senara), con entradas económicas a padres y estudiantes, para poder después repartir el importe de los beneficios entre las estudiantes que participen”.
Acompañamiento. Un grupo donde integrarse. Un entorno que les resulta familiar. Poder hablar de sus cosas con mujeres que comparten las mismas experiencias, vivencias o similares. Saber que cuando tienen un problema o necesitan resolver alguna duda (en cuanto a papeles, plaza de guardería, colegios, homologación de estudios, citas médicas, etcétera.) aquí se les echa una mano.
Ese es el fruto y el orgullo de este proyecto que, además, se podría resumir en el siguiente hito: “Chaimae, una de las estudiantes, ha comenzado con sus clases de español nivel básico, después algo más avanzado (lleva 3 años y tiene buen nivel) y se ha apuntado también a conocer un ordenador desde el principio. Como tiene formación en Bachillerato (la mayoría de las musulmanas no han ido al colegio), le resulta fácil. Luego ha pasado al curso de “Cómo ser autónomo” (que implica, cuánto cuesta, cómo se declara el IVA, etc.), para después elaborar un blog y una web. Y actualmente ha decidido vender productos de marruecos y se está haciendo sus flyers, etiquetas de productos, posters para conseguirlo, y todo lo que se le ocurre para su proyecto. Tiene claro que hasta no ver si encaja su idea, no se dará de alta como autónoma, pero ahí está, en ello”, nos cuenta con admiración Almudena.
´Sin Fronteras´ proyecto subvencionado a través de la Convocatoria de subvenciones destinadas a la realización de programas de interés general para atender fines de interés social, en el ámbito de la Comunidad de Madrid, con cargo al 0,7 por 100 del rendimiento del impuesto sobre la renta de las personas físicas en el año 2020.
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