Los delitos de odio no dejan de crecer en España. Según el último informe del Ministerio del Interior la cifra ha aumentado un 9,3% durante el primer semestre de 2021 con respecto al mismo periodo de 2019. Son 610 denuncias más, según la Policía y la Guardia Civil. El dato es significativamente negativo, puesto que no es comparable con el del año pasado, teniendo en cuenta que la población permaneció en casa entre marzo y junio debido al confinamiento.

En los primeros seis meses de este año, el mes en el que se registraron más delitos fue el de mayo (con 153 denuncias), seguido de abril (con 105) y marzo (101).

Hay que señalar que, al hilo de la situación anómala que se vivió durante el año pasado, las denuncias por delitos de este tipo cayeron un 17,9% con respecto a 2019 (pasaron de 1.706 casos a 1.401). Los delitos de odio por motivos de racismo y xenofobia continúan siendo los más habituales. Concentran el 77,7% del total (teniendo en cuenta que se miden junto con los de ideología y los de orientación sexual).

Por otro lado, uno de los grandes escollos a la hora de perseguir estos delitos, y que el Ministerio del Interior se ha fijado como prioridad en la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio, es dar con el motivo por el que la mayoría de las víctimas no lo denuncia. Sólo una de cada diez lo hace. Por ejemplo, en el estudio del ministerio -en el que participaron como voluntarias 782 personas- tan sólo 437 fueron las que manifestaron su situación en los últimos cinco años. De esta cifra, únicamente 47 acudieron a la Policía o la Guardia Civil. Es decir, 390 decidieron callar.

Los datos de los diferentes informes que se han ido conociendo durante este mes de julio son desalentadores. Sin embargo, es un acicate para Fundación Senara continuar buscando soluciones nuevas y urgentes a un problema que se extiende en nuestra sociedad. Para ello uno de nuestros caminos es el proyecto ´Junt@s somos más´, a través del cual se pretende promover un discurso inclusivo libre de odio, que nos ayude a sembrar unas bases de respeto y valores sólidos desde la infancia. Este programa se lleva a cabo gracias a la financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y los Fondos de Asilo, Migración e Integración.