HPF, el proyecto ´Hacer Posible el Futuro´ es uno de los que más personas ha formado en numerosas disciplinas, con un nivel de satisfacción muy alto por parte de los beneficiarios de la fundación. Este 2021, tras el mazazo del Covid-19, hacemos balance de todo con uno de sus profesores, Javier López, que imparte el Curso de Competencias Digitales.

Javier siempre se ha dedicado a la formación -de la que es apasionado- y la consultoría. Y así llegó hace 15 años a la Fundación Senara, porque Moratalaz es su barrio. Pensó que sería bonito echar una mano a los/as niños/as y los/as jóvenes de la comunidad en la que vivía en sus clases extraescolares. Y ya lleva 2 años impartiendo talleres. Incluso durante el confinamiento no paró, fue apoyando en todo lo que estuvo en su mano a los más necesitados.

Nos habla con cariño de lo que percibe en los beneficiarios. Cuenta que las personas que llegan a la fundación “se sienten más acompañados y comparten sus experiencias, conocen tecnologías con las que no están familiarizados, pero que son cada vez más necesarias. Y no sólo para encontrar trabajo, sino para la vida diaria. Pensemos por ejemplo en que la relaciones con las administraciones y los bancos son cada vez más por la red: solicitar cita médica con el centro de salud, pedir una vida laboral, pagar impuestos, descargarse el certificado Covid… aprenden a hacer sus presupuestos domésticos…”.

Los perfiles más habituales que acuden a estos cursos son mujeres de mediana edad, emigrantes de Sudamérica o de países musulmanes, que no han tenido la oportunidad de formarse adecuadamente porque han tenido hijos muy pronto. Esto hace que los trabajos a los que muchas de ellas han podido acceder han sido en limpieza o en cuidado de ancianos o niños.

En ese sentido Javier percibe que “en estos cursos, al aprender a hacer su currículum y subirlo a los portales más conocidos de búsqueda de empleo, ganan mucho en independencia”. Por otro lado, “el hecho de acercarse al uso del ordenador, les abre puertas a trabajos de perfil administrativo en los que son necesarios conocimientos básicos de ofimática”.

Por otro lado, sugiere que sería buena idea en un futuro “realizar talleres más específicos en alguna tecnología, como Excel o Word; lo mismo para temas de trámites online e impuestos; e incluso, para personas que desconozcan cómo se organiza políticamente el país, cursos de historia reciente y cultura general de España”.

Nada resume mejor lo que le ha aportado estar en la fundación que el enriquecimiento de mezclarse con personas diferentes: “es satisfacción directa, porque siento que este trabajo da resultados inmediatamente, ayudando a las personas que tienes delante. Ellos te devuelven su gratitud y cariño e, incluso, a veces te regalan comidas riquísimas típicas de su país, para que conozcas más de su cultura. Así que ganas en el conocimiento de sus tradiciones y maneras de vivir”.

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